A pesar de que el año ya está bastante avanzado, el 2024 representa una oportunidad para muchos de nosotros de reflexionar sobre el año que acaba de concluir. El 2023 fue un año repleto de acontecimientos y emociones, tanto para niños como para adultos. Aprovechar esta ocasión para hacer un balance del año y preparar el 2024 con tu hijo es una excelente manera de entender sus deseos, inquietudes y temores para el año que viene. En este artículo, te proporcionamos cinco consejos para evaluar el año pasado con tu hijo y empezar el 2024 con gentileza y amabilidad.
Enumerar los logros y éxitos de 2023
Para iniciar este balance de tu año y el de tu hijo, comencemos de manera positiva: enumera tus logros, éxitos y los momentos positivos que recuerdas del año 2023. Es importante acompañar a tu hijo en este primer paso; nuestro cerebro tiende naturalmente a enfocarse en lo negativo como mecanismo de defensa, relegando a menudo los eventos positivos a un segundo plano. Así, puedes ayudarle a recordar ciertos momentos positivos o gratos recuerdos que pueda añadir a su lista de logros de 2023.
Para facilitar este proceso, a continuación, se presentan algunos ejemplos de logros y éxitos tanto para ti como para tu hijo:
- Tu hijo ha mejorado su rendimiento en una asignatura que le resultaba difícil.
- Han disfrutado de unas maravillosas vacaciones en familia.
- Tu hijo ha hecho nuevos amigos en la escuela.
- Se ha destacado en su actividad extracurricular.
- Ha superado un mal hábito, como morderse las uñas o no ordenar su habitación.
Responder juntos a esta serie de preguntas sobre cada evento negativo, tristeza, fracaso o decepción proporcionará a tu hijo las herramientas necesarias para avanzar, analizar y crecer a partir de estas experiencias. Aprenderá lecciones fundamentales y comenzará a ver cada fracaso del año como una oportunidad adicional para el siguiente.
DEFINIR LA PALABRA DEL AÑO
¿Alguna vez han escuchado hablar de la "palabra del año"? Esta práctica, más popular en América del Norte que en nuestro lado del Atlántico, sugiere elegir una palabra que represente el año que acaba de finalizar y otra palabra para definir nuestras aspiraciones para el año que comienza.
Por ejemplo, el 2023 podría haber sido el año de una mudanza, un cambio de puesto para ti y un cambio de escuela para tu hijo. Entonces, la palabra para tu año 2023 podría ser "cambios". Continuando con esta idea, podrías escoger "estabilidad" como la palabra para tu año 2024. Esto marcará el tono para que, junto con tu hijo, decidan crear una nueva rutina diaria después de la mudanza y la llegada a una nueva escuela, buscando así crear una estabilidad esencial para los más jóvenes, quienes necesitan puntos de referencia claros y definidos.
Establecer sus intenciones para 2024
Ahora que han completado la primera parte de este balance, es momento de iniciar la segunda, en la cual tomarán las lecciones aprendidas en 2023 y las transformarán en intenciones para 2024. En Pimagix, preferimos no centrarnos demasiado en las resoluciones, ya que consideramos que este término puede ser demasiado limitante y generar una presión innecesaria hacia la perfección. En cambio, optamos por hablar de intenciones, las cuales incentivan a cada uno a esforzarse al máximo y celebrar cada progreso, sin importar su magnitud.
Por ello, incentiva a tu hijo a establecer sus propias intenciones, basándose en el análisis que acaba de realizar sobre el año 2023. ¿Qué deseos tiene para el próximo año? ¿Qué ideas rondan su mente? Permítele expresar libremente sus primeras impresiones y, posteriormente, ayúdalo a plasmarlas en papel de la manera más clara y precisa posible. Estas intenciones deben ser específicas, positivas y, fundamentalmente, servir como motivación y brindarle la confianza necesaria para alcanzar sus mayores sueños en 2024.
Concluir el balance con un tono positivo
Para concluir este balance con un tono positivo, realicen juntos una última revisión de este año 2023 y compartan un pensamiento positivo final para avanzar definitivamente hacia 2024. Este gesto final es una oportunidad para practicar la gratitud con su hijo y cerrar el balance con una dosis de optimismo que lo acompañará en el año venidero.
Es crucial evitar terminar este balance con una percepción ambivalente: que el año 2023 fue malo y que el 2024 será necesariamente mejor. Motive a su hijo a apreciar lo positivo de cada año, evitando así la búsqueda constante de la perfección. Cada año está repleto de momentos positivos y bellezas, y expresar gratitud por estos pequeños instantes es una práctica que le ayudará a reconocerlo.
El cambio de año marca el fin de un capítulo y la oportunidad de reflexionar es un valioso ejercicio de gratitud, visualización y análisis. Anímense a intentarlo; podrían beneficiarse enormemente.
Además, para acompañar a su hijo en 2024, considere obsequiarle uno de los Magami de Pimagix: un compendio de buen humor e historias motivadoras diseñadas para ayudarle a convertirse en la mejor versión de sí mismo, a creer en sus sueños y a alcanzar su increíble potencial.