Si eres el afortunado padre de varios hijos, ¡entonces ya conoces las disputas que forman parte de las relaciones entre hermanos! Quizás incluso hayas experimentado esas mismas peleas cuando eras más joven, con tus propios hermanos...
Pero ahora, como padre, tienes un nuevo rol: ¡y este es más complicado de lo que parece! Además, la forma en que actúas como mediador en las discusiones de tus hijos les ayudará enormemente a desarrollarse, ganar confianza en sus habilidades interpersonales y afirmarse como personas.
Para acompañarlos en este proceso, es fundamental que también encuentres tu propio lugar en la situación. Sigue la guía de Pimagix para asegurarte de mantener tu rol de padre y evitar desarrollar patrones relacionales negativos para tus hijos.
¿Son normales las disputas entre hermanos?
Tranquilo: las peleas entre tus hijos son completamente normales e, incluso, saludables según varios estudios. Al crecer, tus hijos evolucionan muy cerca de sus hermanos, compartiendo el mismo círculo íntimo. Se ven en casa, por las noches, durante las vacaciones… en un entorno privado donde cada uno puede expresar su verdadera personalidad sin ser juzgado.
Esta cercanía a menudo genera comparaciones, celos y desacuerdos frecuentes. Sin embargo, esto es completamente común: tus hijos están aprendiendo a desarrollar su personalidad y a construir relaciones. Además, están descubriendo cómo expresar sus emociones… aunque no siempre de la manera más adecuada.
Por lo tanto, evitar las disputas entre tus hijos es una causa perdida desde el principio, ya que son esenciales para su desarrollo. Sin embargo, aunque estas peleas sean desagradables, puedes intentar desactivar algunas situaciones para calmar el ambiente y fomentar una comunicación más tranquila.
¿Qué hacer en caso de una disputa entre tus hijos?
Analizar la situación con calma
Mantener la calma en una crisis entre tus hijos es fundamental. Los niños son como esponjas emocionales y ya estarán probablemente nerviosos debido a la disputa que están experimentando. El hecho de que te pidan ayuda para resolver el conflicto también indica una necesidad de regulación emocional en esa situación.
Por lo tanto, si te alteras también, solo empeorarás la situación.
El consejo de Pimagix: No dudes en abordar la situación con una actitud calmada, lo que ayudará a que tus hijos se tranquilicen y a suavizar el conflicto. Haz preguntas sobre lo que está sucediendo y repite o reformula sus respuestas para asegurarte de que lo has entendido correctamente. Esto también les dará a tus hijos la oportunidad de reflexionar por primera vez sobre su conflicto.
Usar el método del sándwich
Regularmente utilizada en el entorno profesional, la técnica del sándwich también es muy útil para gestionar los conflictos entre los niños. Es bastante común que los niños recurran a uno de los padres para resolver una pelea. Sin embargo, tomar partido solo puede empeorar la situación.
Aplica entonces la técnica del sándwich para expresar tu punto de vista. Para cada niño involucrado en el conflicto:
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Empieza con un aspecto positivo: Por ejemplo, "Quisiste hacer respetar tus límites al no dejar que tu hermano o hermana entrara en tu habitación".
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Señala un punto a mejorar: "Pero no lo expresaste de la mejor manera, lo que molestó a tu hermano/hermana".
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Termina con otro aspecto positivo: "Intentaste comunicarlo, lo cual es un gran avance, ya que antes simplemente habrías optado por ignorarlo".
Con esta técnica, podrás expresar de manera objetiva los errores de cada niño en la disputa, mientras destacas aspectos positivos. Esto les permite reflexionar sobre su comportamiento sin sentirse desvalorizados.
Proponer una distracción
Esta solución es muy contextual y requerirá que uses tu imaginación e ingenio. Si el conflicto está relacionado con un juguete, un juego o cualquier otro problema de compartir entre tus hijos, ofrece una distracción sugiriendo otro juguete o una actividad diferente.
Sin embargo, recuerda que solo debes proponer opciones, no imponer soluciones. Si tus hijos rechazan tus propuestas de distracción, entonces es su responsabilidad encontrar la solución a su conflicto y llegar juntos a un compromiso. Esto fomenta la autonomía y les enseña a resolver sus propios problemas de manera constructiva.
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